La avenida del Bicentenario de la Batalla de Salta, a sólo metros del estadio "Gigante del Norte", se convirtió en una suerte de peña improvisada para un grupo de fanáticos de San Martín que aguarda con ansiedad el duelo frente a Gimnasia y Tiro. Reunidos frente a un bar de la zona, reviven las historias del viaje y la emoción de seguir al equipo incluso fuera de casa. La espera por el ingreso a la popular de avenida Entre Ríos los encuentra expectantes, unidos por una pasión que no reconoce fronteras.

Uno de los referentes del grupo es Ariel Suco, quien cuenta que todo empezó en un grupo de WhatsApp donde siempre coordinan los traslados para ver al “Santo”. “Como siempre, como todos los viajes, por WhatsApp nos organizamos. Mayormente viajamos juntos, aunque esta vez faltaron un par de amigos que suelen venir. Había muchas especulaciones sobre si se iba a jugar con visitantes o no”, recordó, entre charlas y bromas. Y ante la incertidumbre, la decisión fue clara. “Ya estábamos por hacer el asadito de siempre para ver al Santo… y al final nos mandamos igual”.

La travesía, sin embargo, no estuvo exenta de dificultades. La tradicional previa esta vez se vio interrumpida por múltiples controles policiales. “La ruta horrible. Tuvimos más controles que Pablo Escobar”, bromeó Ariel. “Te preguntaban si venías a ver a San Martín. Algunos veníamos con ropa del club, y eso hacía que nos pararan más. Había bastante gente viajando”, añadió, marcando el contraste entre el entusiasmo de los hinchas y las trabas en el camino.

El grupo que hoy se encuentra en Salta tiene una historia de amistad que nació con una pelota de por medio. “Nos hicimos amigos por el fútbol. Todos jugamos en el mismo equipo, Pasaje Dorrego, que ahora está compitiendo en el campeonato de Lomas”, detalló Ariel. En ese grupo que ya lleva 20 años compartiendo partidos, también hay lugar para la rivalidad. “Hay algunos simpatizantes de Atlético, pero son poquitos. Igual, cuando juega San Martín y hacemos asado, tienen prohibido venir”, dijo entre carcajadas.

Una decisión de último momento y la ilusión intacta

Pese a que en un principio se había desestimado la posibilidad de que los hinchas visitantes pudieran asistir, finalmente San Martín contará con su gente en las tribunas salteñas. Y la expectativa, por supuesto, está a flor de piel. “Siempre con la ilusión de sacar un buen resultado. El equipo por ahí le falta ese plus para terminar de convencernos, pero hoy se nos tiene que dar un triunfo”, sostuvo Ariel, mientras la ansiedad crece y la tarde se llena de promesas compartidas.